El Turismo español en el siglo de la Ilustración (1715-1793) (I) (reflexiones sobre la sentencia 125-84, de 20 de diciembre, del Tribunal Constitucional)

Luis Lavaur

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Publicado: dic. 30, 1985
Páginas: 3-36
Resumen

No existían, desde luego, las condiciones idóneas de infraestructura en España para recibir al refinado turismo dieciochesco más proclive a dejarse llevar por los estímulos estéticos neoclásicos que imperaban por el momento. Si a ésto añadimos la mala imagen que nuestro, aún inquisitorial país tenía, provocando la aparición en Europa de algunos libros de viajes de cierta difusión, en la que España no salía precisamente bien parada y que, hombres tan influyentes como Montesquieu o Voltaire echaron en algún momento más leña al fuego de la hispanofobia, se entenderá este aislacionismo turístico. Es a partir de 1760, entronado Carlos III, cuando se denota un despertar en el turismo español. La mejora en los servicios de postas, carreteras y alojamientos, así como, el adecentamiento de algunas ciudades consideradas hasta entonces infectas e intransitables, caso de Madrid, contribuyeron en gran medida a que comenzara a incluirse a España en las grandes rutas viajeras.

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